LA ADORACION EXPRESA VERDADERA RELACION
Juan 4:23 y 24 Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
-Los verdaderos adoradores, adoran al Padre. Adoración y paternidad, van unidos.
--La adoración es de los hijos al Padre Celestial, porque la adoración expresa la existencia de una estrecha relación entre el adorador y Dios.
--Dios es un Dios de relaciones profundas. Profundamente el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se relacionan entre sí.
Juan 17:21-23
-En el final del pasaje indica, que la base y esencia de esa relación es el amor: “que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.
-La expresión adecuada de una profunda relación entre el ser humano y Dios, es la adoración.
-Sabremos que hemos dado un paso significativo en nuestra vida de fe cuando nos encontremos con el hecho de que hemos aprendido a adorar a Dios.
-El adorador genuino es el que tiene una relación profunda y verdadera con Dios, y una relación sana y edificativa con los demás.
Debemos entender la esencia de la adoración, y no solo quedarnos en las formas o en las herramientas que usamos para adorar (canto, danza, oración, etc)
1)- LA ADORACIÓN IMPLICA RECONOCER DOS VERDADES:
A)- Dios es Dios y nosotros somos humanos frágiles:
-Dios está en lo alto y nosotros estamos en lo bajo;
-Dios es santo y nosotros pecadores;
-Dios es inmensamente grande y sublime, y nosotros somos pequeños, casi insignificantes, un minúsculo grano en la inmensidad de la creación;
-Dios es todo sabiduría y nosotros, la mayoría de las veces, necedad y vanidad;
B)- Estamos inhabilitados de adorar a Dios directamente:
-Es como si necesitásemos de un medio o algo que nos permita presentarnos ante Dios para ofrecer tan siquiera un humilde tributo.
-Si alguno piensa que solo basta una actitud dispuesta y un buen deseo para acercarse a Dios, no conoce en absoluto la realidad del mal presente el corazón humano, e ignora cómo este mal le inhabilita por completo para presentarse ante el Dios que es
Santo, Santo, Santo.
-Hoy la ofrenda única ofrecida por nosotros es Cristo, por medio de El podemos acercarnos al Padre y adorarlo.
Efesios 3:12
2)- LA ADORACIÓN ES NUESTRA RESPUESTA AL AMOR DE DIOS.
-El concepto que las Escrituras presentan de la adoración consiste en que Dios, quien está apartado del mal y es santo por naturaleza, se identifica con nosotros con el fin de proveer amorosamente nuestras necesidades.
Santiago 1.17
-Mi adoración está basada en lo que El hace por nosotros. Debido a que nos damos cuenta de Su magnificencia y bondad, buscar hacer lo que podamos para mostrar nuestra alabanza, admiración, devoción y apreciación en la adoración.
-Dios espera y acepta solamente si fluye de un corazón agradecido. Hemos de responder a ello con un agradecimiento de acuerdo a Su voluntad.
3)- DIOS ES EL CENTRO Y LA FUENTE DE NUESTRA ADORACIÓN.
-La adoración no se origina con nosotros, no se trata de mi o de usted, se trata de Dios.
-Dios no necesita de nuestra adoración, sin embargo, nosotros necesitamos adorarle por Su grandeza, bondad y benignidad.
-Nuestra respuesta debe provenir de una apreciación que fluye de todo lo que Él es y hace.
Isaías 6:1-4
4)- LA VERDADERA ADORACIÓN SE DERIVA DE LO QUE HA SIDO ESTIMULADO EN NUESTRO INTERIOR EN LUGAR DE LO QUE SE ESTIMULA DESDE FUERA DEL CORAZÓN.
-“Adorarle en espíritu y en verdad”
-La verdadera adoración está basada en un pensamiento reflexivo acerca de lo que Dios ha hecho, en una meditación de Su grandeza y bondad, y en el reconocimiento de Su asombrosa presencia.
-La adoración tiene que venir de adentro del corazón humano.
Salmos 86:11-12 Dios mío, yo quiero hacer siempre lo que tú ordenes; ¡enséñame a hacerlo! Pon en mí este único deseo: ¡adorarte sólo a ti! Mi Señor y Dios, yo quiero alabarte siempre con todo el corazón (TLA)
-Los que deseen adorar a Dios deben olvidar los esfuerzos programados para estimular la adoración. Buscar conocer a Dios, entender Sus caminos y tomar en cuenta las bendiciones que Él provee.
-El reconocimiento de quién es Dios y lo que Él hace, nos conducirá al deseo de adorarle.
-Somos mejores cuando alzamos nuestros corazones para adorar a Dios. Ninguna otra actividad en la adoración tiene la importancia que la comunión con Dios posee.